Posts tagged ‘Ecología y Planeta’

brillante anuncio de WWF

Realmente sobran las palabras. brillante idea y ejecución

 

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abril 17, 2009 at 4:38 pm Deja un comentario

enseñando a ahorrar

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Con forma de cerdito, esta hucha busca sensibilizar a los niños sobre el consumo de energía de aparatos electrónicos, como la televisión, el ordenador o los videojuegos. La cola del cerdito se conecta a la toma de corriente y el morro se enchufa al dispositivo que vayamos a usar. Para que funcione, por ejemplo, el dvd, hay que introducir en la hucha una moneda que nos dará 30 minutos de corriente. Una luz roja parpadeante te avisa cuando el tiempo se está agotando.

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Según sus creadores, este invento ayuda a que los niños asocien el ahorro de energía con el ahorro económico, y al mismo tiempo, es una forma de que los padres vigilen el tiempo que su hijos dedican a estos aparatos. La hucha, que se ha llevado el premio de 2.000 dólares, está hecha con resina plástica del reciclaje de envases PET y es 100% reciclable.

Power-Hog  Visto en: soitu.es

marzo 5, 2009 at 5:40 pm Deja un comentario

No recicles, repara!

El estudio de diseño holandés plataforma21.nl ha publicado el manifiesto ¡No recicles, repara!

Os copio traducido el Repair Manifesto. (gracias a obsoletos.org) por que creo que merece la pena una reflexión

1. ¡Haz que tus productos duren más!
Reparar significa dar una segunda oportunidad a tus objetos. ¡No los tires, arréglalos! ¡No los jubiles, vuelve a ponerlos funcionamiento! No estamos hablando de anticonsumismo, más bien de no tirar innecesariamente las cosas.

2. Las cosas deben diseñarse de manera que puedan ser reparadas
Diseñadores de productos, hagan sus objetos reparables. Compartan información accesible y clara que permita repararlos al modo DIY.
Consumidores: Compren cosas que puedan ser reparadas, y si esto no es posible averigüen por qué no existen. Sean críticos e inquisitivos.

3. Reparar no significa reemplazar
Remplazar es deshacerse de la parte rota. Esto no es la clase de reparación de la que estamos hablando.

4. Lo que no mata, engorda
Cada vez que reparamos algo, estamos aumentando su potencial, su alma y su belleza, añadiendo una nueva página a la historia particular del objeto.

5. Reparar es un reto creativo
Realizar reparaciones es bueno para la imaginación. Usar nuevas técnicas, herramientas y materiales abre nuevas posibilidades en vez de conducir a callejones sin salida.

6. La repararación es ajeno a las modas
La reparación no entiende de estilos o tendencias. No hay temporadas para los objetos reparados.

7. Reparar es descubrir
Cuando reparas un objeto, aprendes cosas sorprendentes sobre cómo funciona, o cómo no funciona.

8. Reparar, ¡incluso en los buenos tiempos!
Si crees que este manifiesto tiene que ver con la crisis, olvídalo. Esto no va de dinero, es una convicción.

9. Reparar una cosa la hace única
Incluso las imitaciones se vuelven originales cuando las reparas.

10. Reparar significa independencia
No seas un esclavo de la tecnología, domínala. Si algo no funciona, arréglalo consiguiendo que funcione mejor. Si resulta que ya eres un maestro, enseña a otros a dominar la tecnología y no depender de ella.

11. Puedes reparar cualquier cosa, incluso una bolsa de plástico
Eso sí, te recomendamos que la próxima vez utilices una bolsa que te dure más, y después repárala si es necesario.

¡No recicles, repara!

marzo 5, 2009 at 5:21 pm Deja un comentario

reciclaje vertical

Excelente idea para solucionar el típico probema de que no te quepan en casa los tres cubos de reciclaje….

Más en : http://www.constanceguisset.com





de Designboom – Weblog

marzo 3, 2009 at 5:02 pm 1 comentario

La cara oculta de los supermercados

Espléndido artículo de ESTHER VIVAS que he encontrado hoy en el diario Público (http://blogs.publico.es/dominiopublico/1112/la-cara-oculta-de-los-supermercados/)

Merece la pena una reflexión profunda.

Cito el texto:

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La gran distribución comercial (supermercados, hipermercados, cadenas de descuento) ha experimentado en los últimos años un fuerte proceso de expansión, crecimiento y concentración industrial. Las principales compañías de venta al detalle han entrado a formar parte del ranking de las mayores multinacionales del planeta y se han convertido en uno de los actores más significativos del proceso de globalización capitalista.
Su aparición y desarrollo ha cambiado radicalmente nuestra manera de alimentarnos y de consumir, supeditando estas necesidades básicas a una lógica mercantil y a los intereses económicos de las grandes corporaciones del sector. Se produce, se distribuye y se come aquello que se considera más rentable, obviando la calidad de nuestra alimentación. Aditivos, colorantes y conservantes se han convertido en algo cotidiano en la elaboración de lo que comemos. En Estados Unidos, por ejemplo, debido a la generalización de la comida rápida, se calcula que cada ciudadano toma anualmente 52 kilos de aditivos, lo que genera crecientes dosis de intolerancia y alergias. Lo publicitado como “natural” no tiene nada de ecológico y es resultado de procesos de transformación química. Nuestra alimentación, lejos de lo que producen los ciclos de cultivo tradicionales en el campo, acaba desembocando en una alimentación “desnaturalizada” y de laboratorio. ¿Sus consecuencias? Obesidad, desequilibrios alimentarios, colesterol, hipertensión… y los costes acaban siendo socializados y asumidos por la sanidad pública.

Los alimentos “viajeros” son otra cara del actual modelo de alimentación. La mayor parte de lo que comemos viaja entre 2.500 y 4.000 kilómetros antes de llegar a nuestra mesa, con el consiguiente impacto medioambiental, cuando, paradójicamente, estos mismos productos son elaborados a nivel local. La energía utilizada para mandar unas lechugas de Almería a Holanda, por ejemplo, acaba siendo tres veces superior a la utilizada para cultivarlas. Nos encontramos ante un modelo productivo que induce a la uniformización y a la estandarización alimentaria, abandonando el cultivo de variedades autóctonas en favor de aquellas que tienen una mayor demanda por parte de la gran distribución, por sus características de color, tamaño, etc. Se trata de abaratar los costes de producción, aumentar el precio final del producto y conseguir el máximo beneficio económico.

No en vano, según el sindicato agrario COAG, los precios en origen de los alimentos han llegado a multiplicarse hasta por 11 en destino, existiendo una diferencia media de 390% entre el precio en origen y el final. Se calcula que más del 60% del beneficio del precio del producto va a parar a la gran distribución. La situación de monopolio en el sector es total: cinco grandes cadenas de supermercados controlan la distribución de más de la mitad de los alimentos que se compran en el Estado español acaparando un total del 55% de la cuota de mercado. Si a estas les sumamos la distribución realizada por las dos principales centrales de compra mayoristas, llegamos a la conclusión de que sólo 7 empresas controlan el 75% de la distribución de alimentos. Esta misma dinámica se observa en muchos otros países de Europa. En Suecia, tres cadenas de supermercados tienen el 95,1% de la cuota de mercado; en Dinamarca tres compañías controlan el 63,8%; y en Bélgica, Austria y Francia unas pocas empresas dominan más del 50%.

Una tendencia que se prevé aún mayor en los próximos años y que se visualiza muy claramente a partir de lo que se ha venido en llamar la “teoría del embudo”: millones de consumidores por un lado, miles de campesinos por el otro y tan sólo unas pocas empresas controlan la cadena de distribución de alimentos. En Europa, se contabilizan unos 160 millones de consumidores en un extremo de la cadena, unos tres millones de productores en el otro y, en medio, unas 110 centrales y grupos de compra controlan el sector. Este monopolio tiene graves consecuencias no sólo en el agricultor y en el consumidor, sino también en el empleo, en el medio ambiente, en el comercio local, en el modelo de consumo.

Pero existen alternativas. En un planeta con recursos naturales finitos es imprescindible llevar a cabo un consumo responsable y consumir en función de lo que realmente necesitamos, es decir, combatir un consumismo excesivo, antiecológico y superfluo. En lo práctico, podemos abastecernos través de los circuitos cortos y de proximidad, en mercados locales y participar, en la medida de lo posible, en cooperativas de consumidores de productos agroecológicos, cada vez más numerosas en todo el Estado, que funcionan a nivel barrial y que, a partir de un trabajo autogestionado, establecen relaciones de compra directa con los campesinos y productores de su entorno.

Así mismo es necesario actuar colectivamente para establecer alianzas entre distintos sectores sociales afectados por este modelo de distribución comercial y por el impacto de la globalización capitalista: campesinos, trabajadores, consumidores, mujeres, inmigrantes, jóvenes… Un cambio de paradigma en la producción, la distribución y el consumo de alimentos sólo será posible en un marco más amplio de transformación política, económica y social, y para conseguirlo es fundamental el impulso de espacios de resistencia, transformación y movilización social.

febrero 25, 2009 at 6:47 pm Deja un comentario

Evitar errores en el reciclaje

Cito un artículo de ALEX FERNÁNDEZ MUERZA publicado el  16 de febrero de 2009  para Consumer EROSKI en el que se nos explica de la forma más clara que yo haya visto hasta ahora como hemos de reciclar.

Las cifras de reciclaje en España aumentan cada año, en la misma línea que la concienciación de los consumidores. Por ejemplo, un estudio de Ecoembes, la sociedad sin ánimo de lucro que gestiona la recogida y reciclaje de los envases ligeros y de papel y cartón, señala que el 86% de los españoles afirma separar en su hogar algún tipo de residuo del resto de la basura orgánica.

Ahora bien, no siempre se acierta con el contenedor, especialmente cuando se trata del amarillo: según Ecoembes, se recoge una media del 25% de residuos impropios. Por su parte, los consumidores parecen tenerlo más claro con los demás contenedores. En el caso del iglú verde, sólo se encuentra un 2% de impropios, informa Ecovidrio, la sociedad sin ánimo de lucro que gestiona la recogida y reciclaje del vidrio. En cuanto al contenedor azul, la cifra se eleva hasta el 5%, según Ecoembes.

En el contenedor amarillo se recoge una media del 25% de residuos impropios
La separación correcta de los envases es muy importante, ya que los distintos materiales requieren también procesos de reciclaje diferentes. Por ello, si acaban mezclados se dificulta su clasificación y su reciclaje. Además, si los envases que deberían ir a alguno de los contenedores azul, verde o amarillo se depositan en el de residuos orgánicos, les espera el vertedero, con el consiguiente impacto medioambiental y económico.

Normalmente se suele acertar teniendo claros los colores de los contenedores y su objetivo principal: contenedor verde, envases de vidrio; contenedor amarillo, envases ligeros de plástico, latas y briks; y contenedor azul, papel, cartón y periódicos. Ahora bien, algunos envases pueden crear confusión, de manera que conviene conocer con detalle los envases que cada contenedor permite y los errores más comunes:

Contenedor amarillo
Aquí se depositan los envases ligeros, que pueden dividirse en tres grandes grupos:

  • Envases de plástico: botellas vacías de líquidos (refrescos, agua, aceite, batidos, etc.), de productos de higiene personal (gel de baño, colonia, champú, suavizante, etc.) y de limpieza (lejía, limpiasuelos, limpiacristales, detergente, suavizante, lavavajillas, etc.); tarrinas de yogurt, natillas, cuajada, mantequilla, queso fresco, etc.; bandejas de poliespán (corcho blanco); botes de alimentos (ketchup, mostaza, etc.); hueveras de plástico; vasos de plástico; tubos de plástico de productos de higiene personal (pasta de dientes, etc.); bolsas de plástico para alimentos (congelados, frutas, verduras, pan de molde, bollería, pasta, legumbres, patatas fritas, etc.) y de un solo uso de comercios; agrupadores de plástico que unen las latas; envoltorios de plástico transparente que acompaña a las bandejas de carne, frutas, verduras, pescado, papel film para envolver y conservar alimentos, o el que envuelve revistas, fascículos, prensa, etc.
  • Envases de metal: latas de bebidas (refrescos, cerveza, etc.), de conservas (anchoas, atún, berberechos, sardinas, etc.) o de sopas; tubos de comida e higiene personal (leche condensada, crema de afeitar, etc.); sprays de cosmética personal (laca, desodorante, espuma de afeitar, etc.), ambientadores, etc.; bandejas de aluminio de comidas precocinadas; papel de aluminio; tapas metálicas de los frascos; bolsas y recipientes de aluminio para alimentos (alimentos infantiles, sopas, purés, pasta precocinada, café, etc.).
  • Briks: tanto de bebidas (leche, zumo, agua, vino, etc.) como de productos de alimentación (de tomate, bechamel, sopas, caldos, natillas, gazpacho, etc.).

Por su parte, los impropios más frecuentes en el contenedor amarillo suelen ser, según Ecoembes, CD, ropa y calzado, sartenes, cubiertos y ollas y objetos de plástico que no son envases. Para este tipo de residuos se encuentra también el contenedor de genéricos, aunque lo ideal sería llevarlos a un punto limpio, unas instalaciones públicas donde los consumidores pueden depositar residuos domésticos peligrosos o voluminosos (aparatos eléctricos y electrónicos, juguetes con componentes electrónicos, pilas, termómetros, escombros, colchones, sofás, lámparas, etc.). En el mismo caso se encuentran productos como tubos de pegamento, perchas, auriculares, grapadoras, biberones, bolígrafos, cepillos de dientes y del pelo, cintas de video y disquetes, calcetines, estropajos, fiambreras de plástico, fregonas, escobas, pañales, compresas, bastoncillos de los oídos, preservativos, cuchillas de afeitar, peines, plumeros, aerosoles, pelotas, etc.

Otro tipo de envases que por su contenido especialmente nocivo para el medio ambiente no pueden ir al contenedor amarillo son los de plástico de productos corrosivos, peligrosos o de pintura (se deben llevar a un punto limpio). Si son de aceite de coche y se cambia en un taller, sus responsables deben hacerse cargo de su correcta gestión ambiental, al igual que los neumáticos o las baterías.

Los envases de medicamentos, como tubos de pomadas, se deben depositar en los contenedores Sigre de las farmacias, así como en los puntos limpios.

En cuanto a las bombillas, los consumidores pueden depositarlas en puntos limpios, de recogida específica o cambiarlas por nuevas en los comercios, cuyos responsables deben responsabilizarse de su gestión ambiental. Asimismo, las tiendas que venden aparatos eléctricos y electrónicos están obligadas a hacerse cargo de los aparatos antiguos para su reciclaje en el momento de compra de uno nuevo.

Contenedor azul

Este contenedor está concebido para los residuos de los siguientes productos: folios, publicidad de los buzones, cajas de cartón (de zapatos, cereales, galletas, de comida congelada, etc.), hueveras de cartón, periódicos, revistas, cómics, cuadernos (sin espirales, las cuales van al orgánico), cajetillas de tabaco, sobres (sin ventanillas, que van al amarillo), libretas, papel de regalo, cajas de lápices, paquetes de envolver azúcar, harina, etc., y bolsas de papel.

Según Ecoembes, el impropio más significativo es el brik, que aunque es de cartón tiene también plástico y aluminio, por lo que debe depositarse en el contenedor amarillo. Asimismo, otros residuos que también pueden dar pie a dudas son las colillas o los cartones plastificados, que no deben ir al azul, sino al de genéricos. Y tampoco se depositan servilletas, papel o cartón sucio o manchado de grasa, ya que dificulta o incluso impide el reciclado y contamina el resto del papel y cartón. Por ello, deben ir al contenedor de orgánicos.

Contenedor verde

En el iglú verde se depositan botellas de vidrio (cervezas, vinos, mostos, sidras, licores, zumos, refrescos, etc.) y tarros y frascos de vidrio tanto de bebidas y alimentos como de perfumes o cosmética. Eso sí, estos envases deben ir sin tapas o tapones. Si son de plástico irán al contenedor amarillo, y si son de corcho, al contenedor de residuos orgánicos.

En cambio, no se deben verter tarros y botellas de medicamentos, que van al contenedor especial de Sigre o a los puntos limpios. En cuanto a las cristalerías, las vajillas, los jarrones, el vidrio plano, vidrio armado, vidrio laminado, las ventanas, etc., es decir, cualquier elemento de vidrio o cristal (vasos, ventanas, etc.) que no sea un envase, tienen también que depositarse en los puntos limpios. Asimismo, tampoco se deben tirar en los iglúes verdes cerámicas, porcelanas, ladrillos y piedras, ya que si llegan a los hornos vidrieros los envases resultantes son tan frágiles que tienen que ser desechados. Este tipo de residuos, también a los puntos limpios.

Por otra parte, los envases deben estar vacíos de líquidos y restos de comida (tampoco hace falta limpiarlos con agua) antes de depositarlos. También se recomienda aplastar, aplanar o plegar los envases para reducir su volumen y aprovechar mejor el espacio. Y si, a pesar de todo, persiste la duda, es preferible depositar el residuo en el contenedor de genéricos para no entorpecer el sistema de reciclaje.

Los consumidores, fundamentales no sólo para reciclar

Además de reciclar, los consumidores pueden ser más activos solicitando a las instituciones la colocación de más contenedores y puntos limpios, la ampliación de otros sistemas de recogida de residuos, como pilas o aceite usado, o que se aumente la frecuencia de recogida de los contenedores, para evitar la imagen de unos contenedores colapsados o con residuos hasta los bordes. También se puede participar activamente en campañas puntuales promovidas por organismos públicos o entidades privadas, como recogida de móviles, ropa usada, gafas usadas, etc. y reclamar la ampliación de las mismas.

Asimismo, es esencial recordar la escala de importancia de las tres erres: reciclar está muy bien, pero sobre todo hay que reducir la cantidad de residuos generados y reutilizar los productos todo lo que se pueda. De esta manera, se necesitarán menos recursos naturales y un menor gasto de energía para su producción y transporte.

febrero 23, 2009 at 12:38 pm Deja un comentario

Makea tu vida (reciclaje I)

Iniciamos aquí una serie de posts sobre algo tan de moda como el reciclaje. El objetivo de la serie de artículos será descubrirnos que el reciclaje existe más allá de los contendores de reciclaje multicolores.

La primera alternativa la encontramos en la gente de MAKEA tu vida, con un frescura excepcional y un logo de los mas conseguido ¿a quien recuerda?

 

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nos plantean una serie de posibilidades más que interesantes para decorar. Como dicen: ¡ recicla o consume!

No deberíamos perdernos las opciones de el recetario.

Cito la respuesta que dan ellos mismos a la pregunta que todo el mundo se debe estar haciendo ¿que es MAKEA?. Les cito a ellos mismos:

“Maquear viene de maquillar, arreglar, customizar, personalizar, reparar, tunear, adaptar, apañar… en definitiva, hacértelo guapo tu mismo.
MAKEA es una alternativa a la cultura del “usar y tirar.
En la actual sociedad de consumo, las marcas son cualquier palabra, nombre, símbolo u objeto que se emplea para identificar y distinguir los artículos de un productor respecto a los de sus competidores. Y confieren a los productos una personalidad y una imagen tales que nos convierte en seres dependientes de éstas.
Pero MAKEA es una marca que no vende nada, representa una actitud de resistencia.
MAKEA es la inteligencia y creatividad colectiva, que convierte de nuevo en útil aquello que la sociedad de consumo ha despreciado. Se trata de recuperar el lema “do it yourself” (háztelo tu mismo), de alargar la vida útil de los productos, de volver al saber hacer y romper con la “comodidad despilfarradora y vacía” que nos vende en cajas la cultura de consumo. “

para disfrutar de esta web: http://www.makeatuvida.net/makeasite.html

febrero 17, 2009 at 2:50 pm Deja un comentario

Este / Oeste: Las dos caras de la intolerancia

Bajo este más que explicito título, encontramos esta fotografía que también es capaz de hablar pos si sola:

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Creo que sobran las palabras, pero dejo el post abierto a vuestros comentarios

Mas información en: ads of the world (http://adsoftheworld.com/media/print/ethics_citizenship_movement_west_vs_east)

febrero 5, 2009 at 2:31 pm Deja un comentario

Species

Curiosa y hermosa campaña de concienciación sobre la destrucción de los bosques… A partir de la diversidad de especies, llegamos a la conciencia del daño que hacemos..

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Disponéis de una imagen de mayor tamaño en : http://www.ibelieveinadv.com/2008/12/oroverde-rainforest-foundation-diversity-of-species/

Más información sobre Oro Verde Rainforest Foundation en : http://sandeepmakam.blogspot.com/2007/05/oro-verde-rainforest-foundation.html

diciembre 30, 2008 at 4:27 pm Deja un comentario


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